Para garantizar una vida prolongada y saludable, el ajuste de la dieta es crucial, según David Sinclair, biólogo de la Universidad de Harvard.
A partir de los 30 años, sugiere modificar los hábitos alimenticios para ralentizar el proceso de envejecimiento. En su enfoque, destaca cinco alimentos que podrían ser contraproducentes para la longevidad.
1-Azúcar: Considerado como uno de los principales enemigos de la salud, el azúcar añadido contribuye al envejecimiento prematuro y aumenta el riesgo de enfermedades crónicas. Bebidas gaseosas, jugos embotellados y cafés con aditivos son ejemplos de productos que se deben evitar o reducir en la dieta.
2-Alimentos Ultraprocesados: Estos alimentos, ricos en aditivos y conservantes, son perjudiciales para la salud a pesar de su larga vida útil en las estanterías. La recomendación es optar por alimentos en su estado más natural, evitando aquellos sometidos a procesos industriales intensivos.
3-Alcohol: El consumo excesivo de alcohol tiene efectos nocivos para la salud, por lo que reducir su ingesta y elegir alternativas más saludables como infusiones o aguas saborizadas naturales puede ser beneficioso para la salud a largo plazo.
4-Carne y Productos Lácteos: Según un estudio publicado en el International Journal of Epidemiology, un alto consumo de carne roja aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares y cáncer. Por lo tanto, reducir el consumo de carne y productos lácteos podría contribuir al retraso del envejecimiento.
5-Carbohidratos Refinados: Alimentos como el pan blanco y la pasta refinada, que carecen de fibra y nutrientes esenciales, pueden provocar un aumento rápido de la glucosa en sangre. Con el tiempo, esto puede conducir a un peso no saludable y aumentar el riesgo de enfermedades cardíacas y diabetes.