Las tranquilas tardes soleadas que han caracterizado a Bogotá-Colombia en las últimas semanas han dado paso a un abrupto cambio de clima.
Desde el miércoles 20 de marzo, la ciudad ha sido sacudida por fuertes lluvias que han dejado su huella en forma de caos y destrucción.
Lo que inicialmente parecía ser una bienvenida lluvia refrescante, rápidamente se convirtió en una pesadilla para los habitantes de Bogotá. Este jueves 21 de marzo, las tormentas volvieron a azotar la ciudad, exacerbando una situación ya de por sí complicada.
La localidad de Usme se vio especialmente afectada por la furia de los elementos. Testigos reportaron que los veloces vientos arrancaron techos de varias viviendas, dejando a sus habitantes expuestos a las inclemencias del tiempo. Además, las calles se convirtieron en ríos improvisados, inundando vehículos y dificultando la movilidad de los residentes.
El impacto de estas tormentas ha sido un duro recordatorio de la fragilidad de la infraestructura urbana ante eventos climáticos extremos. A medida que las autoridades evalúan los daños y coordinan los esfuerzos de respuesta, se insta a la población a mantener la calma y a tomar precauciones adicionales.
Con el pronóstico de más lluvias en los próximos días, la ciudad se prepara para afrontar nuevos desafíos.
La región de Usme, #Bogotá, #Colombia, ha sido azotada por vientos devastadores que han arrancado techos de varias casas y una escuela, todo ello en medio de inundaciones y fuertes lluvias.
— NLatinasEspaña (@n_latinas) March 22, 2024
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