El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, ha afirmado recientemente que durante su campaña para combatir el crimen, le advirtieron que eliminar a los 70.000 pandilleros del país sería equivalente a destruir 70.000 empleos.
Sin embargo, lejos de detenerse ante estas críticas, Bukele ha seguido adelante con su agresiva política de seguridad, logrando que El Salvador se posicione como el país más seguro de América.
La estrategia del mandatario, que incluye la implementación de fuertes medidas contra las pandillas y una reestructuración integral del sistema de seguridad, ha sido objeto de controversia, pero también ha obtenido resultados evidentes. Desde el inicio de su mandato, los índices de criminalidad se han desplomado, y la percepción de seguridad ha mejorado significativamente.
Bukele ha defendido su enfoque, argumentando que la prioridad es garantizar la seguridad de los ciudadanos y restaurar el orden en el país, independientemente de las críticas iniciales. Hoy, El Salvador se ha transformado en un ejemplo en la región, demostrando que, con una política firme y decidida, es posible reducir el crimen y devolver la tranquilidad a su población.
El presidente ha señalado que la seguridad es un derecho fundamental y que su administración no cejará en sus esfuerzos por mantener a las pandillas fuera de las calles.
— Nayib Bukele (@nayibbukele) October 16, 2024