El arresto de Edgardo Kueider, senador aliado del presidente Javier Milei, por presunto contrabando de $211,000 en Paraguay, y su posterior expulsión del Senado argentino, profundizan la crisis política del oficialismo. El incidente debilita la mayoría legislativa de Milei y complica la aprobación de reformas clave.
El senador Edgardo Kueider fue detenido en Paraguay tras ser sorprendido ingresando $211,000 sin declarar, dinero cuyo origen está bajo investigación. Según las autoridades paraguayas, el legislador habría intentado utilizar este capital en inversiones inmobiliarias, un esquema presuntamente recurrente. Kueider, junto a su secretaria, permanece bajo arresto domiciliario mientras se resuelve su situación legal.
En Argentina, la respuesta fue inmediata: el Senado decidió su expulsión, dejando al gobierno de Javier Milei con una mayoría aún más frágil. Kueider era una figura crucial para el oficialismo, habiendo facilitado la aprobación de proyectos clave como la polémica Ley Bases. Su salida se siente especialmente ante el inminente debate sobre la reforma laboral, una de las prioridades del gobierno libertario.
Además de las implicaciones legales, este caso ha generado un terremoto político. La oposición utiliza el incidente para criticar la transparencia del gobierno, mientras que sectores del peronismo han recordado los polémicos cambios de bando político de Kueider, quien pasó del Frente de Todos a ser un aliado de Milei. La llegada de Stefania Cora, de orientación kirchnerista, como reemplazo de Kueider, podría endurecer la resistencia legislativa al oficialismo.
El escándalo no solo debilita la agenda legislativa del gobierno, sino que refuerza la percepción de inestabilidad política en el país. En este contexto, las próximas semanas serán determinantes para evaluar si el oficialismo puede superar este golpe y avanzar con sus propuestas legislativas.