En la ciudad de São Miguel Arcanjo, a unos 180 kilómetros de São Paulo, Brasil, se está construyendo una estatua monumental de San Miguel Arcángel que, con sus 70 metros de altura, será el símbolo católico más grande del mundo.
Este coloso religioso, que doblará en tamaño al famoso Cristo Redentor de Río de Janeiro, promete convertirse en un nuevo referente espiritual y cultural tanto para Brasil como para el mundo entero.
La estatua formará parte de un amplio complejo religioso conocido como la Gruta del Arcanjo, que ocupará 30 mil metros cuadrados. Además de la imponente figura de San Miguel, el proyecto incluirá una plaza para misas al aire libre con capacidad para 12 mil personas, un museo, una capilla, y otras instalaciones diseñadas para atraer a miles de peregrinos y turistas. Este complejo no solo fortalecerá la identidad religiosa de la región, sino que también impulsará el turismo local, indican medios internacionales.
Programada para inaugurarse en 2026, la estatua ya está generando una gran expectación, pues superará a la actual estatua de Santa Rita de Cássia en Rio Grande do Norte. Con un costo estimado de 12 millones de reales, este proyecto no solo busca ser un hito arquitectónico, sino también un símbolo de la fe católica, transformando a São Miguel Arcanjo en un importante destino de peregrinación.
Con la construcción de este gigantesco monumento, Brasil reafirma su posición como un país de profundas raíces religiosas. La estatua de San Miguel Arcángel no solo será un punto de atracción turística, sino también un legado espiritual y cultural que trascenderá generaciones, convirtiéndose en un nuevo ícono de la devoción católica en todo el mundo.