El Gobierno de Brasil está explorando la posibilidad de establecer un impuesto mínimo para personas físicas, con el objetivo de asegurar una tributación efectiva sobre la renta de los individuos más adinerados del país.
Según un informe de Folha de S. Paulo, esta discusión se lleva a cabo de manera reservada dentro del equipo del ministro de Hacienda, Fernando Haddad, y busca generar ingresos que permitan aumentar la exención de impuestos para los ciudadanos que perciben hasta 5.000 reales (aproximadamente 1.000 dólares).
Actualmente, el umbral de exención se sitúa en 2.864 reales (cerca de 510 dólares), un nivel que el Gobierno considera insuficiente para proteger a los sectores de menores ingresos. La propuesta forma parte de las promesas de campaña del presidente Luiz Inácio Lula da Silva y se enmarca dentro de un esfuerzo más amplio para reformar el sistema tributario del país y hacerlo más equitativo.
La deliberación sobre el impuesto mínimo para millonarios ocurre en un contexto en el que la administración ya ha tomado medidas para incrementar la carga tributaria sobre las grandes corporaciones. La semana pasada, se publicó un decreto que establece un impuesto mínimo del 15 % sobre las ganancias de las multinacionales, lo que evidencia un enfoque del Gobierno hacia una mayor equidad fiscal.
La creación de este nuevo impuesto no solo busca garantizar que los millonarios contribuyan de manera justa al financiamiento del Estado, sino que también se espera que permita destinar recursos adicionales a programas sociales que beneficien a la población más vulnerable. El diálogo en torno a esta iniciativa es parte de un esfuerzo continuo por mejorar la justicia social y fiscal en Brasil.
