La COP29, la 29ª Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, se celebró en Bakú, Azerbaiyán, del 11 al 22 de noviembre de 2024, reuniendo a líderes gubernamentales, sociedad civil y sector privado. La cumbre abordó temas clave como la financiación climática, la transición energética justa y la adaptación al cambio climático, alcanzando compromisos significativos, aunque persisten desafíos en su implementación.
Uno de los principales temas de la COP29 fue la financiación climática. Se acordó un plan para movilizar 2,4 billones de dólares para 2030, destinados a la transición energética, adaptación y resiliencia, así como a la compensación por pérdidas y daños causados por el cambio climático. Además, se reafirmó el compromiso de garantizar el cumplimiento del objetivo de 100.000 millones de dólares anuales para apoyar a los países en desarrollo.
Otro punto clave fue la necesidad de una transición energética justa, garantizando que las comunidades más vulnerables no queden atrás en el proceso de descarbonización. Para ello, varios países anunciaron planes más ambiciosos para reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero, alineándose con el objetivo de limitar el calentamiento global a 1,5°C.
Asimismo, se establecieron nuevos mecanismos de pérdidas y daños, incluyendo la creación de un fondo específico para apoyar a los países más afectados por los impactos climáticos extremos.
A pesar de los avances logrados, la implementación de los compromisos adquiridos sigue siendo un reto. La eficacia de los acuerdos dependerá de la transparencia en el seguimiento de las acciones climáticas y de la participación activa de actores no estatales, como empresas y organizaciones de la sociedad civil.
La COP29 en Bakú representó un paso adelante en la lucha contra el cambio climático, pero dejó en claro que alcanzar los objetivos climáticos requerirá un esfuerzo global y sostenido en los próximos años.