Una señal misteriosa detectada por el radiotelescopio chino FAST en 2023 ha sido parcialmente decodificada, revelando patrones que sugieren un origen artificial. Aunque el debate sobre su procedencia continúa, este hallazgo revitaliza los estudios en la búsqueda de inteligencia extraterrestre.
Un equipo internacional de científicos ha logrado avances significativos en la decodificación de una señal captada por el radiotelescopio FAST, en China. Detectada en 2023, esta señal inicialmente desconcertó a los investigadores por su complejidad y periodicidad. Tras más de un año de análisis, expertos en astrobiología, radioastronomía y criptografía identificaron patrones rítmicos que descartan interferencias terrestres y apuntan a un origen artificial.
El hallazgo ha reactivado el interés en la búsqueda de inteligencia extraterrestre (SETI) y alentado la cooperación internacional. Aunque aún no se puede afirmar que la señal provenga de una civilización alienígena, el progreso técnico es un paso crucial en el estudio de señales de origen desconocido. Este caso también ha planteado la necesidad de más investigaciones y avances en tecnologías de análisis de datos.
La señal fue detectada por FAST, el radiotelescopio más grande del mundo, conocido por su sensibilidad única en la observación del espacio profundo. Además, el proyecto ha impulsado debates sobre las implicaciones científicas y filosóficas de encontrar vida inteligente más allá de la Tierra.