Esta semana, llegó a Moscú el presidente de Siria, Bashar al-Ásad, para una entrevista con su homólogo ruso, Vladímir Putin.
Por su parte, el dirigente sirio hizo una visita a la sepultura del soldado desconocido para realizar una ofrenda floral. Está previsto que los gobernantes aborden la cooperación ruso-siria en distintos ámbitos.
“Quiero aprovechar el momento, ya que es mi primera visita desde (el inicio de) la operación especial en Ucrania, y reiterar la posición siria de apoyo a la operación especial contra los viejos y nuevos nazis. Digo que son viejos y nuevos nazis porque Occidente acogió en su suelo a los viejos nazis y ahora los apoya de nuevo”, confesó al-Ásad en la reunión con su par ruso.
De igual manera, Putin afirmó que fueron escasos esfuerzos significativos en la batalla contra el terrorismo internacional.
No obstante, los aniquiladores terremotos que azotaron Turquía y Siria en el mes de febrero han afectado de una manera drástica la situación. El dirigente ruso, aseveró que los sismos intensificaron la crisis humanitaria en Siria.
El pueblo sirio “se enfrentó a otro problema muy grave, una catástrofe, un terremoto”, señaló Putin. Sin embargo, Rusia trata de ofrecer su protección para aminorar las consecuencias tras el desastre natural.
“Nosotros, como verdaderos amigos, intentamos apoyarlos. Como saben, nuestras unidades bajo el Ministerio de Situaciones de Emergencia y representantes de las Fuerzas Armadas presentes en Siria también contribuyen a la lucha contra las consecuencias del terremoto”, aseguró Putin.
(Con información de primicias24).