Durante varios años recientes, Portugal se ha favorecido de ser uno de los principales destinos turísticos en Europa y de brindar uno de los más atractivos proyectos de «visados de oro» en el mundo.
De acuerdo con varios analistas, la plenitud turística y el boom del llamado Visto Gold tienen un rol de gran importancia en la grave crisis inmobiliaria que el país sufre actualmente.
De hecho, los costos de las viviendas han venido creciendo de forma drástica a niveles insuperables para los propios portugueses.
Por lo tanto, la semana pasada el Consejo de ministros declaró una serie de medidas dentro del programa «Más vivienda» para luchar «contra la especulación de precios en el sector inmobiliario».
Entre las transformaciones, las licencias de apartamentos para uso turístico son restringidas y se le da fin a los visados que ofrecían la residencia portuguesa a personas que no pertenecía a la Unión Europea a cambio de la compra de bienes inmuebles, lo que es una gran inversión o producción de empleo.
Con respecto a los programas de «visados de oro» aplicados en todo el mundo para atraer inversión extranjera y ofrecidos en casi toda Europa, éstos suelen beneficiar a las personas que cuentan con mucho capital, que entonces tienen acceso a los privilegios de un país sin la obligación de vivir en él.
Con información de El Nacional