Desde tiempos remotos el ser humano ha intentado acabar con insectos y roedores. Estos animalitos rastreros que para muchos suelen ser asquerosos y repugnantes, para otros son sin duda una delicia extravagante, un manjar preciado.
Ciertamente, en las redes sociales es natural ver por medio de imágenes o videos, la manera en la que países asiáticos como China y Japón a menudo disfrutan degustar exóticos platos adornados con una variedad de insectos y roedores que pueden comer crudos, bañados de chocolate, aderezados con salsa de soya, agridulce o condimentos aromatizantes.
Se ha conocido que esto se debe a que tienen una amplia variedad de razones culturales, históricas y culinarias detrás de ellas, que ha atraído la atención de los turistas en estos países de Asia. Dado que el turismo gastronómico es una forma popular de explorar y complacerse de la comida tradicional, única de diferentes regiones; algunos turistas pueden estar interesados en probar platos auténticos, igualmente experimentar la cultura gastronómica local, incluyendo preparaciones que pueden ser consideradas inusuales o diferentes a lo que están acostumbrados en su país de origen.
Sin embargo, es importante destacar que estas prácticas de consumo de animales no son generalizadas en toda la población ni en todas las regiones de China y Japón. Es crucial respetar y comprender las diferentes culturas, además de sus prácticas alimentarias, pero también es fundamental considerar el bienestar animal y la conservación de las especies para garantizar un equilibrio adecuado en el ecosistema.