Un estudio llevado a cabo desde la nave espacial Voyager de la NASA, ha conducido a los científicos a concluir que cuatro de las lunas más grandes de Urano posiblemente contienen una capa oceánica entre sus núcleos y las cortezas heladas.
Ciertamente su estudio es el primero en precisar la evolución de la composición interior y la estructura de las cinco grandes lunas: Ariel, Umbriel, Titania, Oberon y Miranda. La exploración sugiere que cuatro de las lunas comprenden océanos que podrían tener docenas de millas de profundidad.
Por su parte, la autora principal Julie Castillo-Rogez del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA en el sur de California aclaró que, «cuando se trata de cuerpos pequeños, planetas enanos y lunas, los científicos planetarios han encontrado previamente evidencia de océanos en varios lugares improbables, incluidos los planetas enanos Ceres y Plutón, y la luna Mimas de Saturno», expresó.
En efecto, la investigación verificó los hallazgos de los sobrevuelos de Urano de la Voyager 2 de la NASA en la década de 1980 y de inspecciones terrestres. Los autores elaboraron modelos informáticos infundidos con hallazgos complementarios de Galileo, Cassini, Dawn y New Horizons de la NASA (cada uno de los cuales descubrió mundos oceánicos), incluidos conocimientos sobre la química y la geología de la luna Encelado de Saturno, Plutón y su luna Caronte y Ceres, todos cuerpos helados del mismo tamaño que las lunas de Urano.
