En un esfuerzo por proteger la salud pública, Colombia ha incautado más de 25 toneladas de licor adulterado en Bogotá, y refuerza controles en todo el país ante los riesgos asociados al consumo de bebidas ilícitas.
Con el inicio de la temporada navideña, las autoridades colombianas han intensificado los operativos contra la distribución y consumo de licor adulterado, una práctica ilícita que representa un grave riesgo para la salud pública. Hasta el momento, las acciones han resultado en la incautación de más de 25 toneladas de licor adulterado e insumos para su elaboración en operativos llevados a cabo en localidades como Kennedy y Bosa, en Bogotá.
Entre los productos decomisados se incluyen botellas reutilizadas de whisky y ron, además de materiales como etiquetas falsificadas y sellos de seguridad. Las investigaciones han revelado que las redes delictivas usaban grupos de WhatsApp y llamadas telefónicas para vender estos productos, incluso distribuyéndolos a eventos privados y municipios cercanos.
El licor adulterado, a menudo mezclado con metanol, puede causar daños irreversibles como ceguera, daño cerebral e incluso la muerte. Este año, se han registrado casos de intoxicación y fallecimientos asociados a estas bebidas, lo que ha intensificado la vigilancia en bares, cigarrerías y gastrobares en todo el país.
Para los consumidores, se recomienda adquirir bebidas alcohólicas únicamente en establecimientos confiables, verificar etiquetas y sellos de seguridad, y reportar cualquier sospecha a las autoridades.
Este esfuerzo también incluye una campaña educativa para que los ciudadanos destruyan botellas y sellos una vez usados, evitando que caigan en manos de falsificadores.
Con estas medidas, las autoridades buscan garantizar unas festividades seguras y libres de tragedias relacionadas con este tipo de consumo.