La contaminación ambiental es un tema que se ha venido debatiendo desde hace mucho tiempo, puesto que es un factor nocivo para la salud de la humanidad contribuyendo en la propagación y desarrollo de múltiples enfermedades como la hipertensión, la demencia o el Alzhéimer, entre otros, más no obstante en un estudio reciente se ha conseguido que hasta las leves exposiciones al aire contaminado por el humo de los automóviles, puede desencadenar en un impacto sobre el cerebro y aporta la primera evidencia de que la conectividad de la red cerebral en humanos puede ser alterada a causa de esto.
Cabe señalar, que el grupo autores del trabajo son investigadores de la Universidad de Columbia Británica y la Universidad de Victoria, éstos han aclarado que la función de nuestro cerebro se puede ver afectada en pocas horas con los niveles habituales de contaminación proveniente del tráfico; en pocas palabras, corroboraron que la exposición a los gases tóxicos emitidos por los motores diésel en a penas dos horas, da origen a una disminución de la conectividad funcional del cerebro, lo que establece una proporción de la interacción y la comunicación de las diversas zonas este órgano entre sí.
“Durante muchas décadas, los científicos pensaron que el cerebro podría estar protegido de los efectos nocivos de la contaminación del aire”, ha sostenido el Dr. Chris Carlsten, profesor y director de medicina respiratoria y presidente de investigación de Canadá en enfermedades pulmonares ocupacionales y ambientales en la UBC y hacedor principal de la investigación.
“Este estudio, que es el primero de su tipo en el mundo, proporciona nueva evidencia que respalda una conexión entre la contaminación del aire y la cognición”. Sus descubrimientos han sido publicados en Environmental Health.