Nvidia (NVDA), líder en el desarrollo de chips para inteligencia artificial (IA), enfrenta una semana crucial.
Las expectativas del mercado están centradas en los resultados financieros de sus principales clientes tecnológicos, como Microsoft, Google (Alphabet), Amazon y Meta, que influyen directamente en la demanda de las GPU de Nvidia, vitales para la infraestructura de IA en la nube y dispositivos avanzados. Así lo detalla la web de Criptonoticias.
Los inversores estarán atentos a los informes de gastos de capital de estas empresas, que podrían reflejar un incremento en la inversión en infraestructura tecnológica, y por ende, un aumento en la demanda de las poderosas GPU de Nvidia. Estos chips no solo son esenciales para el desarrollo de IA, sino también para sectores como las criptomonedas vinculadas a inteligencia artificial.
El sector de IA y las criptomonedas, mantienen una relación directa con Nvidia. La compañía ha dominado el mercado de hardware que permite el procesamiento de grandes volúmenes de datos, una característica crucial para el desarrollo de modelos de IA. Cualquier variación en los gastos de sus clientes, que representaron más del 40% de las ventas de Nvidia en el último trimestre, podría generar volatilidad en el valor de los activos, tanto en el mercado bursátil como en el de criptomonedas.
Los analistas proyectan que estas grandes compañías podrían haber alcanzado un gasto récord de capital de hasta 56.000 millones de dólares en el tercer trimestre, según Bloomberg. Sin embargo, cualquier decepción en estos informes podría afectar el valor de Nvidia y, por extensión, sacudir el mercado de criptomonedas relacionadas con IA, un sector conocido por su alta volatilidad, explican.
Históricamente, las criptomonedas relacionadas con inteligencia artificial han mostrado movimientos bruscos en sus precios cada vez que Nvidia ha presentado sus resultados financieros. A pesar del sólido desempeño de la compañía, las criptomonedas vinculadas a este sector vieron caídas en el pasado trimestre, lo que sugiere que el mercado sigue siendo extremadamente sensible a cualquier fluctuación en la industria de la IA.
