En el Parque de los Príncipes, fue donde Lionel Messi se vistió de héroe. El París Saint Germain vivió una intrincada jornada frente al Lille con momentos en el que el rendimiento era muy bajo, pero a través de su dependencia individual pudo conseguir darle vuelta al marcador y el argentino se encargó de estampar el 4-3 final a pocos minutos del cierre.
A la Pulga le ocasionó problemas encontrarse con sus compañeros a lo largo del partido y apareció cuando el equipo más lo necesitaba para tomar oxígeno luego del fracaso en Champions League.
Es preciso señalar, que uno de los detalles que llamó la atención antes de dar inicio al juego, fue la nueva apariencia del rosarino. En la semana tomó la decisión de cortarse la barba y los espectadores notaron la diferencia en su rostro apenas apareció frente a las cámaras.
El rosarino arrancó activo en los primeros instantes del duelo correspondiente a la fecha 24 de la Ligue 1, con un remate tapado por el arquero Lucas Chevalier tras pase de Neymar.
De hecho, fue justamente en el tanto del brasileño a los 17′ cuando dejó pasar el balón para que su amigo pudiera marcar el 2-0 parcial que adelantaba un espectáculo del cuadro local. Aunque, las fallas defensivas y tácticas le concedieron muchas oportunidades al Lille que aprovechó cada una para voltear el trámite con tantos de Bafode Diakite, Jonathan Bamba y Jonathan David de penal.
Por otro lado, Kylian Mbappé puso el 3-3 tras una gran concurrencia de Juan Bernat y dejó aires de remontada flotando en el Parque de los Príncipes. Ya con el tiempo por culminar, Lionel enfrentó por el centro de la cancha y recibió una falta a pocos metros de la medialuna del área: el argentino colmó la barra de potencia y apuntó al palo del arquero. La pelota picó antes de la posición del guardameta, golpeó en el palo y entró desatando la locura en el estadio.
