Esta semana, en una entrevista concedida al medio, el Ministro de Asuntos Exteriores húngaro, Peter Szijjarto, expresó su preocupación acerca de la respuesta de la Unión Europea al conflicto en Ucrania y su impacto en la dinámica geopolítica global.
De este modo, Szijjarto manifestó su inquietud sobre la dirección que ha tomado la respuesta europea ante la crisis ucraniana, afirmando que, lamentablemente, parece estar contribuyendo a una división en el escenario internacional.
Además, el diplomático argumentó que la Unión Europea podría haber optado por un enfoque de aislamiento de la crisis, pero en lugar de ello, decidió "globalizarla". Según él, esta estrategia puede afectar negativamente las perspectivas de paz al obstaculizar la comunicación entre naciones.
En el contexto de estas preocupaciones, Szijjarto también subrayó cómo países que se benefician de las relaciones entre Oriente y Occidente, como Hungría, se ven perjudicados por cualquier falta de cooperación entre estas regiones. Al ubicarse en Europa Central, Hungría ocupa una posición estratégica entre Oriente y Occidente, lo que la convierte en un intermediario clave para el diálogo y la colaboración.
