En un esperado intercambio, el expresidente Donald Trump y la vicepresidenta Kamala Harris protagonizaron este martes su primer debate, un escenario marcado por acusaciones y posturas opuestas en temas clave como la economía y la inmigración.
Trump, conocido por su enfoque agresivo, arremetió rápidamente contra los migrantes, afirmando que están “robando” empleos a afroamericanos e hispanos, en una declaración que Harris no tardó en calificar como “retórica racista y desgastada”.
Aunque el debate se inició con preguntas sobre la economía, Trump cambió el foco hacia la inmigración, afirmando falsamente que millones de personas están “inundando” Estados Unidos. Ante estas acusaciones, Harris, visiblemente contrariada, negó con la cabeza y se dirigió a los televidentes con firmeza: “Lo que escucharán esta noche es lo mismo de siempre: un cúmulo de mentiras, agravios y descalificaciones”. La vicepresidenta destacó la necesidad de centrarse en los hechos y en las soluciones para los problemas reales de los estadounidenses.
Harris aprovechó el debate para recordar a la audiencia los desafíos que heredó la Administración de Biden, subrayando que tuvieron que “limpiar el desastre que dejó Donald Trump” tras su paso por la Casa Blanca. Entre sus críticas, mencionó “el peor desempleo desde la Gran Depresión”, el “peor ataque a nuestra democracia desde la Guerra Civil” y la “peor epidemia de salud pública en un siglo”, en referencia a la pandemia de COVID-19.
La economía, un tema clave para los votantes, fue un punto de fricción entre ambos candidatos. Harris defendió las acciones de la Administración Biden, resaltando la reducción de la inflación desde su pico del 9,1 % en junio de 2022, pero reconoció que los precios aún son altos, con los estadounidenses pagando un 20 % más por bienes y servicios en comparación con los niveles previos a la pandemia.
En respuesta a las preocupaciones económicas, Harris presentó un ambicioso plan que incluye la construcción de tres millones de nuevas viviendas en los próximos cuatro años y la restauración del Crédito Tributario por Hijos, ofreciendo hasta 3.600 dólares por hijo. También propuso un crédito especial de 6.000 dólares para nuevos padres, medidas que, según ella, ayudarían a aliviar la carga financiera sobre las familias.
Por su parte, Trump reiteró su compromiso con la ampliación de los recortes de impuestos aprobados en 2017 bajo su administración, una medida que, según él, estimulará el crecimiento económico y beneficiará a todos los sectores.
