El gobierno sueco ha anunciado medidas para endurecer las leyes sobre armas de fuego tras el trágico tiroteo en Örebro, que resultó en la muerte de diez personas.
El pasado martes, un hombre armado abrió fuego en el centro de educación para adultos Risbergska en Örebro, asesinando a diez personas e hiriendo a varias más antes de suicidarse.
En respuesta a este incidente, el gobierno sueco ha decidido acelerar las restricciones sobre las armas de fuego. Las nuevas medidas incluyen requisitos más estrictos para la concesión de licencias, evaluando factores como la edad del solicitante, sus conocimientos sobre armas, antecedentes penales y estado de salud.
Además, se planea limitar severamente el acceso a rifles semiautomáticos, especialmente a modelos de estilo AR-15, que han estado disponibles para la caza desde 2023. El ministro de Justicia, Gunnar Strömmer, ha declarado que prohibir las armas AR-15 sería una medida preventiva, ya que este tipo de arma puede ser extremadamente peligrosa y ha sido utilizada en ataques similares en otros países.
El primer ministro, Ulf Kristersson, ha llamado a la unidad y a la defensa de los valores compartidos tras el trágico suceso. El gobierno también busca mejorar el intercambio de información entre la policía y la Junta Nacional de Salud y Bienestar para evitar que personas con problemas médicos accedan a armas de fuego.