Una noche marcada por la violencia dejó dos crímenes en Barcelona y Santa Coloma de Gramenet, según informes de medios locales.
En Barcelona, un hombre de 32 años fue asesinado a tiros en un bar del Poble-sec, en lo que parece ser un conflicto relacionado con drogas y una posible ejecución por venganza.
Los Mossos d’Esquadra buscan al autor, que huyó en moto, mientras la investigación se centra en la hipótesis de la venganza en el sórdido mundo del narcotráfico.
El suceso ocurrió en la calle Blai, donde la estrecha vía repleta de bares y terrazas fue escenario de un acto violento. Los primeros agentes en llegar fueron guardias urbanos de paisano, que observaron la huida del o los agresores en moto. A pesar de la presencia de personas en el interior del establecimiento en el momento del crimen, no se ha logrado identificar ni detener a los responsables hasta el momento.
En Santa Coloma de Gramenet, otro trágico episodio tuvo lugar cuando un hombre de 47 años apuñaló fatalmente a otro en el paseo Llorenç Serra. Aunque los servicios sanitarios trasladaron rápidamente a la víctima al Hospital Germans Trias y Pujol de Badalona, no se pudo salvar su vida debido a la gravedad de las heridas.
Lo sorprendente en este caso fue que el presunto autor del apuñalamiento se entregó minutos después en la comisaría de Sant Andreu, confesando el crimen. Tras su confesión fue detenido por los Mossos, se espera que comparezca ante el juzgado de instrucción en funciones de guardia en los próximos días, mientras que el Área de Investigación Criminal de la Región Policial Metropolitana Norte lidera la investigación.
