«Claro que esto me pone nerviosa», expresó Yellen. «Sería devastador. Es un desastre», añadió.
En particular, si Washington revela el incumplimiento de pagos, habrá crisis financiera y una recesión en EE UU., sustenta la secretaria.
De presentarse esta circunstancia, el pánico entre los consumidores abundará y como consecuencia disminuirán sus gastos, lo que Yellen catalogó de «consecuencias psicológicas» que pueden «profundizar una recesión».
Asimismo, ratificó que una probable paralización de pagos de EE.UU. puede tener un impacto global, especialmente, un alza de los tipos de interés en los países más pobres del mundo. «Los estadounidenses harían frente a costos de préstamo más altos, y eso también causaría buena parte de la turbulencia global», aclaró.
Del mismo modo añadió que, para evitar que dicha situación ocurra, el presidente y el Congreso de EE.UU. deben hallar una manera de subir el techo de la deuda pública.