En las elecciones generales del 23J en España, el Partido Popular (PP) ha obtenido la victoria, pero se ha quedado lejos de lograr la mayoría absoluta al no poder sumar con Vox.
Los resultados electorales, apuntan a un panorama político fragmentado, donde ningún partido alcanza la mayoría absoluta, lo que indica que los pactos electorales serán cruciales para formar un gobierno estable, así lo han afirmado diferentes medios.
Aunque el PP ha sido el partido más votado, con 136 escaños, aún está lejos de los 176 escaños necesarios para la mayoría absoluta. El Partido Socialista (PSOE) ha mejorado su desempeño con respecto a las encuestas previas, sumando tres escaños más y llegando a 123, pero también está distante de la mayoría. Vox ha perdido casi 20 escaños y se mantiene en tercera posición con 33 representantes, mientras que la coalición Sumar ha logrado 31 escaños.
La situación genera incertidumbre, ya que ni el candidato del PP, Feijóo, ni Pedro Sánchez del PSOE cuentan con los apoyos suficientes para ser investidos como presidentes. La suma de escaños entre PP y Vox no ha otorgado la mayoría absoluta esperada para la derecha, lo que obliga a buscar más apoyos para formar gobierno.
El bloque de izquierdas también enfrenta desafíos, y la investidura de Pedro Sánchez dependerá del partido de Carles Puigdemont debido al retroceso que ha experimentado ERC en estos comicios. El mapa político de España ha experimentado cambios, teñido de azul con el PP como la fuerza más votada en la mayoría de las comunidades, mientras que el PSOE solo se ha impuesto en el País Vasco, Navarra y Cataluña, arrebatando allí la categoría de primera fuerza a ERC.
Con los resultados finales aún por definirse, los pactos y acuerdos de investidura se convierten en elementos clave para configurar el nuevo gobierno español y enfrentar los desafíos políticos del país.
