Estados Unidos ha decidido aumentar su presencia militar en Australia y fortalecer la cooperación en la fabricación de armamento, en respuesta a las crecientes tensiones en la región del Pacífico con China.
Esta decisión se tomó tras una reunión entre el ministro de Defensa australiano, Richard Marles, y el secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, en Annapolis.
El nuevo acuerdo contempla un incremento significativo en el número de aviones de patrulla marítima y de reconocimiento que operarán desde bases en el norte de Australia, así como un despliegue más frecuente de bombarderos rotativos. Estas medidas buscan mejorar la capacidad defensiva y de vigilancia en la región, donde las actividades de China han generado preocupaciones.
Además, se ha acordado intensificar la colaboración en la industria de defensa, con planes para que Australia comience a fabricar misiles guiados con el apoyo de Estados Unidos a partir de 2025. Este esfuerzo conjunto incluye la producción de sistemas de lanzamiento múltiple de cohetes guiados y otros armamentos estratégicos, reforzando así la capacidad militar de ambos países.
Austin destacó la importancia de esta alianza para enfrentar los desafíos de seguridad en la región, citando específicamente las acciones de China en el mar de China Meridional y alrededor de Taiwán. La cooperación entre Estados Unidos y Australia subraya el compromiso de ambos países de mantener la estabilidad y la seguridad en una región crítica.