La noche de ayer, manifestantes se enfrentaron con la policía cerca de la residencia del primer ministro británico, Keir Starmer, en Downing Street, tras el asesinato de tres niñas en el noroeste de Inglaterra esta semana.
La violencia estalló después de que un grupo protagonizara enfrentamientos con las fuerzas de seguridad en las proximidades de una mezquita en Southport, la localidad donde ocurrieron los trágicos hechos, destacan medios internacionales.
Las niñas, que fueron apuñaladas mientras participaban en una clase de baile y yoga con temática de Taylor Swift durante las vacaciones de verano, provocaron una fuerte reacción en la comunidad. Las protestas, organizadas por grupos xenófobos como la Liga de Defensa Británica, se trasladaron a Londres, llegando a las inmediaciones de la residencia del gobierno y la plaza de Trafalgar.
El enfrentamiento en Downing Street y en el Cenotafio, lugar de conmemoración de los caídos en guerra en Gran Bretaña, resultó en al menos 12 detenidos. La policía, que intentó controlar la situación y evitar que la protesta se extendiera, desplegó un helicóptero para sobrevolar la zona y controlar los disturbios.
La protesta, que comenzó con la consigna “¡Ya basta!”, ha generado una significativa tensión en la capital británica, reflejando la profunda conmoción y el conflicto que persiste en torno a los recientes eventos en el noroeste de Inglaterra.