Nepal enfrenta una tragedia sin precedentes tras tres días de lluvias torrenciales que provocaron deslaves e inundaciones en diversas regiones del país.
Según reportes de medios internacionales, más de 112 personas han perdido la vida y 68 se encuentran desaparecidas debido a las condiciones climáticas extremas, las más intensas en más de 50 años.
El Ministerio del Interior nepalés había confirmado inicialmente 99 víctimas mortales, con 100 heridos y 68 desaparecidos, pero fuentes locales y cuerpos de seguridad han actualizado la cifra, elevándola a 112 muertes en todo el país. Las zonas más devastadas por las lluvias son Kavrepalanchok, Lalitpur y Dhading, donde se registraron 34, 20 y 15 muertes, respectivamente.
El 28 de septiembre, las precipitaciones en el valle de Katmandú alcanzaron un récord histórico de 240 litros por metro cuadrado, lo que desbordó ríos y causó deslizamientos de tierra masivos. En la capital, al menos 37 personas perdieron la vida, y las principales carreteras que conectan Katmandú con otras regiones quedaron bloqueadas, dificultando las labores de rescate.
Más de 20.000 socorristas están trabajando incansablemente en las tareas de salvamento y recuperación, aunque las autoridades temen que el número de víctimas continúe aumentando a medida que las operaciones avancen. La comunidad internacional ha expresado su solidaridad con Nepal en estos momentos de dolor y crisis.