En una serie de eventos que conmocionaron la calma nocturna de la Universidad de Columbia, la Policía de Nueva York respondió a una situación de emergencia el martes por la noche al entrar en el campus para restaurar el orden público.
La presencia de más de cien personas, identificadas como manifestantes propalestinos, en el emblemático edificio Hamilton Hall provocó una acción rápida por parte de las autoridades.
Después de varios días de protestas, los manifestantes se habían atrincherado en el interior del Hamilton Hall, lo que llevó a una confrontación con la policía. Ante la negativa de los manifestantes a abandonar el edificio, la policía entró a través de una ventana de la segunda planta para garantizar la seguridad de todos los presentes.
Aunque la Universidad de Columbia siempre ha sido un espacio abierto al diálogo y la expresión de ideas, las autoridades consideraron que la ocupación del edificio, el vandalismo y el bloqueo de las instalaciones requerían una intervención inmediata para proteger a la comunidad universitaria y preservar la integridad del campus.
A pesar de los esfuerzos por resolver la situación de manera pacífica, se produjeron arrestos después de que comenzara un forcejeo entre los manifestantes y las fuerzas del orden. La universidad, a través de un portavoz, confirmó que los manifestantes no eran estudiantes de la institución y respaldó la actuación de la policía para restablecer la normalidad en el campus.
El Departamento de Policía de Nueva York informó que el campus ya ha sido despejado y que se han levantado las barricadas que mantenían a cerca de 200 personas atrincheradas en el Hamilton Hall. E
