El Reino Unido ha ofrecido una solución temporal a un grupo de inmigrantes tamiles que llevan años varados en un campamento en Diego García, una remota isla militar ubicada en el Océano Índico, administrada por el Territorio Británico del Océano Índico (BIOT).
Según ha informado la BBC, las autoridades británicas han propuesto el traslado de los migrantes a Rumania durante un periodo de seis meses, después de los cuales podrían ser reubicados en el Reino Unido.
Este grupo, compuesto en su mayoría por tamiles de Sri Lanka, llegó a Diego García en 2021 después de que su barco sufriera daños. Desde entonces, han estado retenidos en la isla mientras buscan asilo. Sin embargo, el gobierno británico ha sostenido que la Convención de Refugiados no se aplica en BIOT debido a que la isla es “constitucionalmente distinta” del Reino Unido, a pesar de ser administrada desde Londres.
El gobierno de BIOT ha implementado un proceso separado para evaluar las solicitudes de protección internacional, similar al estatus de refugiado reconocido por la ONU. Sin embargo, a muchos de los migrantes se les han ofrecido incentivos económicos para regresar a Sri Lanka, un país donde denuncian que enfrentan persecución. La ONU ha expresado su preocupación por esta situación.
En la actualidad, 56 tamiles continúan en Diego García, mientras que otros ocho fueron trasladados a Ruanda para recibir tratamiento médico tras haber intentado suicidarse o autolesionarse. A pesar de los largos periodos de espera y las difíciles condiciones, solo ocho migrantes han recibido protección internacional hasta el momento, mientras el resto aguarda la resolución de sus casos o apela decisiones negativas.
La situación ha puesto en evidencia las dificultades que enfrentan los migrantes en territorios como Diego García, donde las normativas internacionales sobre refugio no siempre se aplican de manera uniforme, y plantea interrogantes sobre las políticas de asilo del Reino Unido en zonas bajo su control administrativo.