Alemania se encuentra en el centro de una nueva controversia en el caso de Berlín, debido a una cláusula que permitiría a los Estados miembros reducir los estándares aplicables para el registro y alojamiento de solicitantes de asilo en situaciones excepcionales.
El gobierno alemán, ha expresado su temor de que, si se declara una crisis, los trámites fronterizos puedan aplicarse a casi todos los refugiados. Un portavoz del Ministerio alemán de Interior ha confirmado que la regulación propuesta aún está sujeta a revisión dentro del gobierno federal, así lo reseñan medios internacionales.
Resaltaron que la Presidencia española del Consejo de la Unión Europea busca llegar a un acuerdo sobre esta cláusula a finales de mes. Sin embargo, Alemania ha dejado claro que no acepta este párrafo y ha manifestado su preocupación al respecto. Aunque la presidencia española no está ejerciendo como moderadora debido a las elecciones en curso, los países están negociando entre sí y reconsiderando sus posiciones.
En este contexto informaron que en junio, los ministros de Interior de la UE votaron con una mayoría amplia a favor de que las solicitudes de asilo de inmigrantes procedentes de países con una tasa de reconocimiento inferior al 20 por ciento se examinen en un plazo de doce semanas en las fronteras exteriores de la UE. Durante este período, se espera que aquellos que buscan protección permanezcan en instalaciones de acogida estrictamente controladas. Aquellos que no cumplen los requisitos para recibir asilo deben ser devueltos de inmediato.
La propuesta de nuevo reglamento, contempla plazos más prolongados para el registro de solicitudes de asilo en las fronteras exteriores, así como la posibilidad de reducir los estándares de alojamiento y atención.