En los primeros meses de este año, más de 31.000 migrantes han cruzado la selva peligrosa del Darién, que es la frontera natural entre Colombia y Panamá.
Según las estadísticas oficiales panameñas, esta cantidad es casi la misma que la registrada en los primeros cinco meses del año anterior.
De estos migrantes, un 15% son niños, niñas y adolescentes en un estado especial de vulnerabilidad. Los migrantes más numerosos hasta ahora son de Haití, seguidos de Ecuador, Venezuela, India y Colombia.
Los viajeros restantes provienen de más de 30 países del mundo, incluyendo suramericanos, asiáticos y africanos.