Un trágico suceso ha conmocionado al mundo, ya que al menos 300 migrantes, incluyendo varios niños, que se encontraban a bordo de tres cayucos rumbo a las Islas Canarias desde Senegal, han desaparecido en el océano Atlántico.
Los medios internacionales, han informado sobre esta alarmante situación que plantea grandes preocupaciones.
En el primer cayuco viajaban alrededor de 65 personas, mientras que en el segundo se estima que iban entre 50 y 60 individuos. El tercer barco, que partió de Senegal el 27 de junio con aproximadamente 200 personas, incluyendo niños, tampoco ha dado señales de vida. Estos informes, citando fuentes de la agencia Reuters, han alertado sobre la magnitud de esta tragedia.
Hasta el momento, las autoridades han realizado esfuerzos para la búsqueda y rescate de las embarcaciones perdidas. Un avión de Salvamento Marítimo logró localizar un cayuco con alrededor de 200 personas, a más de 130 kilómetros al sur de la isla de Gran Canaria, según informes recientes. Se cree que este cayuco podría ser el que llevaba varios días desaparecido en el océano Atlántico después de partir desde Senegal. La noticia generó una gran expectativa, pero la situación aún es incierta.
Según los medios locales, las familias de los migrantes están sumamente preocupadas por la falta de noticias de sus seres queridos. Un padre, cuyos tres hijos se encontraban a bordo de una de las embarcaciones desaparecidas, ha estado llamando diariamente para obtener información sobre su paradero. Si ninguna de las embarcaciones es encontrada, se enfrentará una gran tragedia humanitaria.
Reseñan que los barcos partieron desde Kafountine, en el sur de Senegal, con destino a las Islas Canarias. El verano es una de las épocas más activas para esta peligrosa travesía, ya que muchas personas eligen este periodo para intentar llegar a España. Sin embargo, esta ruta implica un viaje de alrededor de 1.700 km hasta Tenerife y conlleva riesgos significativos. Las corrientes del Atlántico y las frágiles embarcaciones, generalmente simples barcas pesqueras, aumentan el peligro y la inestabilidad de este viaje.
Las autoridades españolas, han estado trabajando arduamente en las labores de búsqueda y salvamento marítimo. Han desplegado aviones, para observar y rastrear el movimiento de las aguas con la esperanza de encontrar alguna señal de las embarcaciones desaparecidas, citan.
La comunidad internacional, sigue atenta a los acontecimientos y espera que se logre encontrar a los migrantes desaparecidos, aunque la incertidumbre y la gravedad de la situación son evidentes. Esta tragedia, es un recordatorio impactante de los riesgos y desafíos a los que se enfrentan quienes buscan una vida mejor en nuevas tierras.