Desde este lunes, Alemania ha comenzado a realizar controles temporales en todas sus fronteras terrestres, una medida destinada a reducir la migración irregular, pero que ha provocado rechazo por parte de varios países europeos.
Los controles afectan las fronteras con Francia, Países Bajos, Bélgica, Luxemburgo y Dinamarca, y se espera que estén vigentes durante seis meses, destacan medios internacionales.
Este aumento en los controles fronterizos ya existía en las fronteras con Polonia, República Checa, Austria y Suiza, implementados desde el año pasado como respuesta a la creciente presión migratoria y problemas de seguridad. Sin embargo, la decisión de expandir estos controles ha generado tensiones, ya que algunos lo consideran una amenaza al principio de libre circulación dentro del espacio Schengen, uno de los mayores logros de la Unión Europea.
El gobierno de coalición liderado por el canciller Olaf Scholz, ha adoptado esta medida en un clima político marcado por los recientes ataques extremistas y el avance en las recientes elecciones regionales en el este del país. Con las elecciones en Brandenburgo a la vuelta de la esquina, Scholz busca mostrar firmeza frente a la migración irregular, aunque la medida siga siendo objeto de debate dentro y fuera de Alemania.
❗️🇩🇪 - Germany introduced controls at all land borders for six months to combat illegal migration. pic.twitter.com/gwllWbhCJB
— 🔥🗞The Informant (@theinformant_x) September 16, 2024
