La red de salud de la provincia de Chucuito, en Puno, informó que cinco personas han ingresado al área de emergencias del hospital Rafael Ortiz Ravines, uno de los cuales tiene una herida de bala.
Una nueva jornada de protestas antigubernamentales en Perú ha dejado este sábado al menos cinco heridos en la ciudad andina de Juli, en la región de Puno, a raíz de enfrentamientos con las fuerzas del orden, en tanto varios grupos sociales marchan en Lima hacia el centro histórico.
La red de salud de la provincia de Chucuito, en Puno, informó que cinco personas han ingresado al área de emergencias del hospital Rafael Ortiz Ravines, uno de los cuales tiene una herida de bala.
Los lesionados resultaron afectados por los enfrentamientos entre manifestantes, la Policía Nacional y el Ejército, desplegados en Puno desde enero debido a los bloqueos y paralizaciones de actividades en demanda de la renuncia de la presidenta Dina Boluarte, el cierre del Congreso y la convocatoria de elecciones generales anticipadas.
Protestas en Perú
Medios locales informaron que un grupo de personas atacó la comisaría de Juli y provocó un incendio, mientras que otro grupo se dirigió a una villa militar donde están concentrados los uniformados.
Por su parte, la red de salud de Chucuito agregó que el personal de los 51 establecimientos de salud y el hospital de Juli se encuentran en «alerta máxima» para brindar atención oportuna a los pobladores de esa región altiplánica.
En tanto, las movilizaciones de protesta se reanudaron este sábado en la capital peruana bajo el nombre de La Toma de Lima con varias delegaciones de manifestantes de Puno, que han llegado a la ciudad en las últimas horas para insistir en el pedido de renuncia de la mandataria y para protestar contra la represión policial en las marchas.
Recuento de la ola de protestas
Los manifestantes se desplazaron por varios distritos del sur de Lima con la intención de llegar al centro histórico, donde se encuentra el Palacio de Gobierno y el Parlamento, pero la Policía impidió su avance en varios tramos y, según mostraron las imágenes compartidas en redes sociales, hizo uso de gases lacrimógenos y perdigones.
Desde diciembre pasado, cuando estallaron las protestas después del fallido golpe de Estado del expresidente Pedro Castillo, han muerto 70 personas a raíz de las manifestantes.
Según la Defensoría del Pueblo, 48 personas murieron durante enfrentamientos con las fuerzas del orden, mientras que un policía perdió la vida tras ser quemado vivo y otras 11 personas debido a los bloqueos de carreteras por manifestantes.
La presidenta Boluarte confirmó otro fallecimiento por estas mismas causas, el de un paciente que necesitaba llegar a Lima pero quedó retenido en los bloqueos. También Unicef informó del deceso de un bebé nonato, además de la muerte de una mujer en la norteña región de La Libertad, reportada por la Policía.
El primer ministro, Alberto Otárola, confirmó el 19 de enero pasado el fallecimiento de cuatro ciudadanos haitianos y días más tarde la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) elevó la cifra a siete ciudadanos de ese país que quedaron varados, expuestos a adversidades climáticas y limitado acceso a servicios básicos.
El Nacional Venezuela