Ecuador ha declarado el estado de emergencia nacional debido a los devastadores incendios forestales, agravados por una sequía extrema. Las autoridades han intensificado los esfuerzos de combate y buscan apoyo internacional ante esta crisis ambiental sin precedentes.
El gobierno ecuatoriano, liderado por el presidente Daniel Noboa, declaró el estado de emergencia nacional por un periodo inicial de 60 días debido a los incendios forestales que han consumido más de 10,000 hectáreas en todo el país, con especial afectación en las provincias de Loja y Azuay. Esta medida también responde a un grave déficit hídrico que agrava la crisis ambiental y pone en peligro a comunidades enteras.
En la provincia de Loja, los incendios más críticos han devastado áreas como San Pedro de Vilcabamba, Chuquiribamba y Landapo, con más de 8,500 hectáreas consumidas. Mientras tanto, en Azuay, las pérdidas alcanzan las 1,705 hectáreas. Las condiciones climáticas extremas, combinadas con fuertes vientos, han dificultado los esfuerzos de contención.
Equipos de bomberos, militares, y voluntarios están trabajando junto a helicópteros equipados con sistemas de descarga de agua, como los “Bambi Buckets”. Hasta ahora, han realizado más de 240 descargas en las zonas afectadas. La comunidad internacional ha comenzado a brindar apoyo: Perú ha enviado helicópteros y recursos especializados, mientras que Italia ha gestionado el aporte de aeronaves privadas para reforzar los esfuerzos locales.
El presidente Noboa hizo un llamado urgente a la cooperación internacional y destacó la necesidad de medidas estructurales para prevenir futuras catástrofes. Además, se han habilitado refugios temporales para las personas desplazadas y las autoridades investigan posibles causas humanas detrás de los incendios.
La Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos ha solicitado a la población que siga estrictamente las recomendaciones para evitar nuevos focos de incendio, destacando que cualquier negligencia podría agravar la crisis.