Boric ofrece residencia y nacionalidad chilena a opositores nicaragüenses

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Chile es el país de la región que ha condenado con más contundencia el régimen liderado por Daniel Ortega y Rosario Murillo y, con la decisión anunciada este martes, se suma a España y se convierte en la segunda nación en ofrecer formalmente la naturalización a estas personas.

El gobierno de Chile informó este martes que ofrece la residencia y la nacionalidad chilenas a los más de 300 opositores «injustamente expatriados» en Nicaragua, entre los que se encuentran los escritores Sergio Ramírez y Gioconda Belli.

«El gobierno de Chile arbitrará los medios legales necesarios para ofrecerles la debida protección internacional, que les permita residir en el país y obtener la nacionalidad chilena, según las normas constitucionales y legales que la regulan», indicó la Cancillería chilena en un comunicado.

Chile es el país de la región que ha condenado con más contundencia el régimen liderado por Daniel Ortega y Rosario Murillo y, con la decisión anunciada este martes, se suma a España y se convierte en el segundo país en ofrecer formalmente la naturalización a los opositores nicaragüenses.

«El gobierno de Chile pone a disposición esta alternativa para quienes han sido injustamente expatriados de Nicaragua y voluntariamente decidan tomarla», apuntó el comunicado.

Gioconda Belli: «Viva o muerta regresaré a Nicaragua porque es mi tierra».

Las autoridades nicaragüenses retiraron la nacionalidad en los últimos días a por lo menos 317 personas por sus críticas hacia Ortega, quien además ordenó el destierro de 222 exprisioneros políticos, que fueron excarcelados y enviados en un avión a Estados Unidos el 9 de febrero, acusados de «traición a la patria».

Entre los apátridas se encuentran Ramírez y Belli -ambos exiliados en España-, así como el periodista Carlos Fernando Chamorro, la feminista Sofía Montenegro y la legendaria exguerrillera Dora María Téllez.

«La historia de nuestro país nos ha enseñado que la defensa de la democracia y los derechos humanos, y la solidaridad internacional entre los pueblos, trascienden las coyunturas políticas y forman parte de estándares civilizatorios esenciales para la vida en sociedad», concluyó el gobierno chileno en el comunicado.

Poca contundencia latinoamericana

A excepción de Chile, los gobiernos progresistas latinoamericanos no han condenado de forma unánime hasta ahora el caso de los apátridas nicaragüenses.

Colombia y México han reaccionado con cautela, Brasil ha guardado silencio y Argentina ha deslizado este martes que está «dispuesta» a otorgar la nacionalidad a quien la solicite, pero sin hacer una oferta en firme.

En un mensaje en su cuenta de Twitter, el presidente chileno, Gabriel Boric, envió el sábado «un abrazo fraterno a Gioconda (Belli), Sergio (Ramírez), Sofía (Montenegro), Carlos (Fernando Chamorro) y a todos quienes Ortega ha pretendido despojarlos de su nacionalidad nicaragüense».

«No sabe el dictador -en alusión a Ortega- que la patria se lleva en el corazón y en los actos, y no se priva por decreto. ¡No están solos!», añadió el mandatario, quien se ha pronunciado en reiteradas ocasiones sobre los abusos y la represión del régimen en Nicaragua.

La ministra de Relaciones Exteriores de Chile, Antonia Urrejola, fue además muy crítica con el deterioro democrático del país centroamericano cuando presidió en 2021 la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

En la misma red social, Ramírez, exvicepresidente nicaragüense y Premio Cervantes 2007, agradeció a Boric «por encarnar la dignidad y la entereza al no callar sobre Nicaragua», mientras que Belli, autora de La mujer habitada, lo alabó por «ser consecuente y por apoyar un estado de derecho y la demanda democrática en Nicaragua y Latinoamérica».

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