En un contexto de creciente interés por la inversión inmobiliaria en España, el país se posiciona como un destino altamente atractivo para compradores extranjeros. Ante ello, conversamos con abogados quienes señalaron lo siguiente:
Actualmente España, cuenta con un precio de vivienda en capitales hasta cuatro veces más bajo que en otras ciudades europeas, Ademas se ha convertido en un lugar apetecible, para aquellos que buscan oportunidades de inversión en el mercado inmobiliario.
Según datos del Banco de España, la rentabilidad de la vivienda en el país alcanza alrededor del 6,5%, lo que lo convierte en una opción muy interesante para quienes buscan un rendimiento atractivo en su inversión. Además, factores como la ubicación privilegiada, el clima agradable, sus extensas playas y su calidad de vida destacada, hacen de España uno de los destinos favoritos para establecer residencia o adquirir una vivienda vacacional.
Si bien la inversión en vivienda en España se presenta como una oportunidad lucrativa, puede ser un proceso complejo para aquellos compradores extranjeros que desconocen los detalles del trámite. Impuestos, gastos y otros aspectos legales deben tenerse en cuenta durante el proceso de compra.
A pesar de estos desafíos, los datos revelan que no existen impedimentos para que un extranjero adquiera una propiedad en España. No se requiere una cuenta bancaria en el país, aunque tener una facilita el proceso de pago de impuestos y otros costes adicionales.
La compra debe realizarse ante notario y registrarse en el Registro de la Propiedad correspondiente al distrito hipotecario donde se encuentre la vivienda.
Respecto a los impuestos, la inversión inmobiliaria en España está gravada por el IVA para viviendas nuevas y el ITP para viviendas de segunda mano, ambos variando según la ubicación. También se deben considerar otros impuestos, como el IBI y el Impuesto sobre la Renta de No Residentes en caso de que no se resida en España de forma habitual.
Asimismo, los impuestos, hay gastos adicionales asociados a la compra de una vivienda, como los honorarios de notaría, la inscripción en el Registro de la Propiedad y, en caso de solicitar una hipoteca, los gastos asociados a esta. Lo más recomendable, es asesorarse con una inmobiliaria o un abogado para adquirir la documentación que solicitan.
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