El cáncer de colon, es un tumor maligno que se desarrolla en el intestino grueso. Es uno de los peores, el tercero más común y el segundo más mortal, según los expertos en el área.
Por otro lado, de 5 a 10% de los cánceres pueden ser hereditarios, pero realmente son los genes los que portan está enfermedad y nuestros hábitos la desarrollan.
Se explica, que los pólipos son pequeños tumores generalmente benignos que crecen en las paredes del intestino, se ven como colgados y la mejor forma de detectarlos es con la colonoscopía. Lo que permite observar el pólipo, retirarlo y enviarlo al laboratorio para su posterior evaluación, la cual determinará si es un tumor maligno o benigno.
Por lo que, el problema puede surgir debido a que un pequeño porcentaje de estos pólipos, a pesar de ser benigno se puede transformar con el tiempo en cáncer. Está transformación dependerá de una mezcla de nuestros genes y nuestros hábitos alimenticios.
De tal manera que la mala alimentación, comidas ultra procesadas, exceso de carnes rojas, sobre todo aquellas que necesitan más procesos en su elaboración como la salchicha, el jamón, las grasas malas, aceite vegetal, entre otros, agilizan el crecimiento del tumor.
Anteriormente se creía que nuestros genes no podían ser modificados. Hoy en día sabemos que la forma de alimentarnos, comer bien junto con otros hábitos saludables son base importante para la prevención del cáncer de Colón, así como también otros tipos de cáncer.
Por lo tanto, la ingesta de una dieta rica en antiinflamatorios y antioxidantes, frutas, verduras, consumir Omega tres y otras grasas saludables que están presentes en algunos pescados o plantas, además de ingerir abundante agua puede disminuir el riesgo de padecer está enfermedad.