Gran Canaria está en camino de convertirse en una de las sedes del Mundial 2030, un evento que promete transformar la isla y dejar un legado positivo a largo plazo. Aridany Romero, consejero de Deportes del Cabildo de Gran Canaria, subrayó que la candidatura no solo busca organizar una cita deportiva de magnitud internacional, sino también generar un impacto en la infraestructura, la economía y la calidad de vida de la isla.
Para cumplir con los altos estándares exigidos por la FIFA, se planean importantes inversiones en infraestructuras. Se contempla la renovación del Estadio de Gran Canaria, la mejora de los sistemas de transporte público y la creación de nuevos espacios de alojamiento, adaptados a las necesidades del evento. Además, se baraja la posibilidad de construir centros de entrenamiento de última generación para los equipos participantes.
El impacto social y económico del Mundial también es significativo. Se espera que el evento atraiga a miles de turistas, lo que potenciaría sectores clave como la hostelería, la restauración y el comercio local. De igual manera, el Mundial podría tener un legado cultural duradero, impulsando la práctica deportiva entre los jóvenes y fortaleciendo la identidad local, todo ello en un contexto de competencia con otras ciudades candidatas de España y Europa. Las autoridades han señalado que se requiere un esfuerzo conjunto entre el gobierno regional, patrocinadores privados y organizaciones deportivas para lograr el objetivo.
Por otro lado, la salud mental de los atletas de élite ha ganado atención en los últimos años, un tema relevante en la actualidad deportiva. Figuras como Simone Biles, Naomi Osaka y Lionel Messi han hablado abiertamente sobre las presiones, el agotamiento y la exposición mediática que enfrentan, destacando cómo estos factores impactan su bienestar mental. Los calendarios saturados, las altas exigencias de patrocinadores y la constante competencia para mantenerse en la élite son algunas de las principales causas del estrés en los deportistas.
Ante esta situación, varias federaciones deportivas han comenzado a implementar programas de apoyo psicológico para los atletas y sus equipos de trabajo. También se han adoptado políticas para reducir la carga de competiciones y fomentar descansos adecuados. Según expertos, cuidar el bienestar mental no solo es vital desde un punto de vista humano, sino que también mejora el rendimiento físico y la longevidad en la carrera de los deportistas.
El deporte, más allá de las competiciones, sigue siendo un motor de transformación social, cultural y económica. Mientras Gran Canaria se prepara para el Mundial 2030, el bienestar de los atletas de élite y el impacto positivo de eventos deportivos en la comunidad local son pruebas claras de cómo el deporte puede influir de manera trascendental en la vida de millones de personas en todo el mundo.
