Los gatos han acompañado al ser humano durante milenios, y aunque su domesticación data de hace aproximadamente 9,500 años, muchos de sus comportamientos siguen siendo objeto de fascinación y estudio. A continuación, se exploran algunas de las conductas más intrigantes de estos compañeros felinos:
Frotamiento de la cabeza y el cuerpo
Cuando un gato frota su cabeza o cuerpo contra las piernas de una persona o diversos objetos del hogar, está depositando feromonas de sus glándulas faciales. Este acto es una forma de marcar territorio y expresar confianza en su entorno.
Amasar con las patas
Este comportamiento, donde el gato presiona rítmicamente con sus patas delanteras una superficie blanda, se origina en la etapa de lactancia, cuando los gatitos estimulan la producción de leche materna. En la adultez, amasar indica relajación y bienestar.
Mostrar el abdomen
Cuando un gato se tumba boca arriba y expone su barriga, está demostrando confianza y comodidad, ya que el abdomen es una zona vulnerable. Sin embargo, esta postura no siempre implica que desee ser acariciado en esa área.
Morder o lamer el cabello humano
Algunos gatos muerden o lamen el cabello de sus dueños como una forma de acicalamiento social, similar a cómo lo harían con otros felinos. Este comportamiento refuerza el vínculo afectivo entre el gato y su propietario.
Jugar durante la noche
Los gatos son crepusculares por naturaleza, lo que significa que su actividad máxima ocurre al amanecer y al anochecer. Por ello, es común que muestren mayor energía y jueguen durante las horas nocturnas.
Obsesión por las cajas
La preferencia de los gatos por las cajas se debe a que les proporcionan un espacio cerrado y seguro, reduciendo el estrés y ofreciéndoles un lugar desde donde pueden observar su entorno sin ser vistos.
Beber agua con la pata
Algunos gatos prefieren mojar su pata y lamer el agua de ella en lugar de beber directamente del cuenco. Este comportamiento puede deberse a la sensibilidad de sus bigotes o a una preferencia por el agua en movimiento.
Ronroneo
El ronroneo es una vibración tonal que los gatos emiten en situaciones de relajación, aunque también puede ocurrir cuando están heridos o asustados, actuando como un mecanismo de autoconsuelo.
Correr y saltar repentinamente
Conocidos como "locuras nocturnas", estos episodios de actividad intensa permiten a los gatos liberar energía acumulada, especialmente si han pasado mucho tiempo solos o inactivos durante el día.
Arañar muebles y objetos
Rascar superficies no solo ayuda a los gatos a mantener sus garras en buen estado, sino que también les permite marcar territorio visual y olfativamente, ya que liberan feromonas de las glándulas situadas en sus patas.
Comprender estos comportamientos es esencial para fortalecer la relación entre los gatos y sus dueños, asegurando un entorno armonioso y adaptado a las necesidades felinas.