El duelo es un proceso psicológico y espiritual, mediante el cual una persona hace un esfuerzo por aceptar la partida o pérdida de un ser querido, bien sea porque haya fallecido o le ha dado fin a una relación sentimental.
Podemos ver la muerte como una fase natural de la vida, pero esto no nos libra de la confusión, lo que podría desencadenar largos períodos de tristeza y depresión.
Durante este trayecto el individuo siente cómo la vida del ser amado se desvanece entre sus manos. Es un sentimiento demasiado doloroso, en el cual no hay una palabra de aliento que pueda aliviar todo ese dolor involuntario.
Son varias las etapas que acompañan este trayecto. Todo comienza con el anuncio del fallecimiento del ser amado, en ese momento la persona es envuelta por una sensación desgarradora, tal vez es la más dolorosa por la que un ser humano pueda pasar.
Luego llega una etapa de aceptación, la cual puede aparecer al tiempo, y por último, hace su aparición la resignación. Es allí, donde liberamos el sentimiento de negación por completo. Todo depende del grado de valor que tenga la pérdida.
¿De qué manera podemos aliviar el dolor producido por el duelo?
Siendo el duelo un proceso donde la persona afectada batalla por asimilar la pérdida y en la que necesita todo el apoyo de familiares y amigos.
Los expertos recomiendan mantenerse acompañado, salir y compartir con amigos. Frecuentar amistades y hablar sobre la partida de su ser querido le permite comprender lo sucedido. Intentar compartir anécdotas bonitas y no recordar los peores momentos sería lo ideal.
Además, hacer un esfuerzo por aceptar sus sentimientos le permite desahogar la carga, debido a que durante este transitar, se puede llegar a sentir todo tipo de emociones como la tristeza, rabia, frustración y otras hasta llegar al agotamiento.
Por tal razón, es aconsejable comer bien, hacer alguna actividad deportiva y descansar. Esto le ayudará a superar su situación y lo mantendrá saludable.
Por otro lado, es probable conseguir alguna persona que se encuentra atravesando una situación similar. Permítase ayudarla, esto le servirá a usted como una forma de terapia. El brindar un consejo sobre su anécdota le ayudará a aliviar la pena. En el caso de que sienta que los sentimientos lo agobian y que el dolor no le permite continuar con su vida normal. Intente acudir a un profesional de la salud mental, ya que un psicólogo le podría orientar y brindar el apoyo necesario para recuperar su rumbo.