Nueva York enfrenta una tormenta política con su alcalde, Eric Adams, en el ojo del huracán. Adams se ha convertido en el primer alcalde en ejercicio de la ciudad en enfrentar cargos federales.
El fiscal Damian Williams lo acusa de cinco delitos graves, incluyendo soborno, fraude, conspiración y recibir contribuciones ilegales de una persona extranjera para su campaña. El documento de 57 páginas publicado este jueves detalla las acusaciones, que, de ser probadas, podrían llevar al alcalde a enfrentar una larga condena.
En respuesta a los cargos, Adams se ha defendido públicamente, asegurando que no está sorprendido por las acusaciones. “Siempre supe que si me mantenía firme por los neoyorquinos sería un objetivo”, declaró en un video publicado la noche previa a la divulgación de los cargos. En una rueda de prensa posterior, afirmó su inocencia y pidió a los ciudadanos que esperen a escuchar su defensa antes de emitir juicios apresurados. También solicitó que el juicio se celebre lo antes posible para demostrar su inocencia.
El alcalde relaciona estos cargos con la crisis migratoria que ha enfrentado Nueva York desde 2022. Según Adams, la afluencia de más de 200,000 solicitantes de asilo, enviados desde estados gobernados por republicanos, ha sobrecargado el sistema de refugios de la ciudad. “Puse a la gente de Nueva York por delante del partido y la política”, comentó, insinuando que esta postura ha contribuido a su persecución. Actualmente, alrededor de 75,000 de estos migrantes dependen de los recursos sociales de la ciudad, lo que ha generado tensiones políticas y logísticas.
Mientras tanto, la fiscalía sostiene que Adams violó la confianza pública al aceptar sobornos y donaciones ilegales, incluso de un funcionario turco, a cambio de favores políticos. Entre los beneficios recibidos se incluyen hasta 10 millones de dólares en contribuciones y viajes de lujo. Aunque Adams ha prometido no renunciar, su futuro político está en manos de la gobernadora Kathy Hochul, quien tiene el poder de destituirlo.
