Se ha descubierto que ciertas afecciones inflamatorias, como la gota, la psoriasis, la enfermedad inflamatoria intestinal y la artritis reumatoide, también pueden ser factores de riesgo para enfermedades cardíacas.
En la actualidad, los investigadores están adoptando una visión renovada de la enfermedad cardiovascular, al reconocerla como una afección crónica inflamatoria de las arterias. Este enfoque se conoce como la hipótesis inflamatoria de la enfermedad cardiovascular aterosclerótica (Ascvd). Se considera que la aterosclerosis, la acumulación de placas de grasa en las arterias, es la causa principal de la Ascvd.
Sucede, pues que la Ascvd al restringir el paso del flujo sanguíneo al corazón y al cerebro de forma respectiva puede llevar a ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares isquémicos. Se cree que la primera etapa de desarrollo de la aterosclerosis implica una lesión en el revestimiento interno de las arterias, llamado endotelio. Esta lesión puede ser ocasionada por niveles elevados de colesterol LDL (colesterol "malo") y también por toxinas que se encuentran en la composición de los cigarrillos.
Las células endoteliales liberan señales químicas que atraen glóbulos blancos al sitio de la lesión, una vez que esta ocurre, lo que desencadena una respuesta inflamatoria crónica. Con información de El Nacional de Venezuela.