Once muertos en tiroteo en una escuela de Örebro, el más mortífero en la historia del país
Este martes, la ciudad de Örebro, en Suecia, fue escenario de un trágico tiroteo en el centro de educación para adultos Campus Risbergska. El ataque resultó en la muerte de once personas, incluyendo al presunto autor de los disparos, y dejó al menos seis heridos, cuatro mujeres y dos hombres, que fueron trasladados al Hospital Universitario de Örebro. Las autoridades han calificado este incidente como el tiroteo masivo más mortífero en la historia del país.
La policía local recibió el aviso alrededor de las 12:30 horas y, al llegar al lugar, se encontraron con una escena caótica descrita como un "infierno", con víctimas mortales, heridos, gritos y humo. El jefe de policía de Örebro, Lars Wiren, informó en una conferencia de prensa que se hallaron tres rifles y una gran cantidad de munición junto al cuerpo del atacante. Estas armas estaban registradas a nombre del sospechoso, quien poseía licencia para cuatro armas de fuego.
El presunto autor, identificado por los medios como Rickard Andersson, de 35 años, era un desempleado con posibles problemas de salud mental. Había sido alumno del Campus Risbergska, aunque no asistía a clases desde 2021. Las autoridades creen que actuó en solitario y han descartado, hasta el momento, motivos ideológicos o terroristas detrás del ataque.
Tras el tiroteo, estudiantes y personal del centro se refugiaron en aulas y otros espacios, algunos atrincherándose con muebles para protegerse. Las autoridades evacuaron seis escuelas en la ciudad como medida de precaución y recomendaron a la población mantenerse alejada de la zona. El hospital local liberó áreas de urgencias y cuidados intensivos para atender a los heridos.
El primer ministro sueco, Ulf Kristersson, expresó su consternación ante el suceso, calificándolo como "un día negro" para Suecia. "Hoy hemos sido testigos de una violencia brutal y letal contra personas completamente inocentes", declaró. Asimismo, el rey Carlos XVI Gustavo envió sus condolencias a las familias de las víctimas y agradeció la labor de la policía y el personal sanitario.
Este trágico evento ha reavivado el debate sobre la seguridad en los centros educativos y el control de armas en Suecia, un país que, aunque cuenta con estrictas leyes de armas, ha experimentado un aumento en la violencia armada en los últimos años.