El cambio climático en Honduras deja consecuencias graves en la población
Culminando el año 2020, Honduras fue azotada por los huracanes Eta e Iota, uno después del otro. Más de cuatro millones de personas se vieron perjudicadas por las tormentas, y las comunidades rurales de todo el país centroamericano, como consecuencia perdieron sus cosechas y sus medios de vida.
«Desde el año 2000 en adelante hemos sentido los efectos del cambio climático en mi comunidad con sequías y huracanes que inundan todos nuestros cultivos», expresó Rigoberto García, líder de una comunidad agrícola de Honduras, a Latin America Reports a finales del mes de marzo durante nuestra visita al país.
Cabe señalar, que las comunidades necesitadas de la zona viven pre de la agricultura de subsistencia, y en ocasiones venden sus cosechas de maíz o frijoles en los mercados vecinos. Los escasos ingresos, que consiguen se gastan en fertilizantes, ropa y productos básicos.
Además, el Instituto Nacional de Estadística de Honduras (INE) informó en julio de 2022 que el 73% de la población vive en situación de pobreza, y que de ese porcentaje, el 53% está en la pobreza extrema. Estos datos alarmantes reflejan una realidad difícil para millones de hondureños, que se agrava aún más con la situación de inseguridad alimentaria que se está viviendo en el país.
La representante de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) en Tegucigalpa, Fátima Espinal, señaló en una entrevista con EFE el 9 de marzo de 2023 que cerca de 4,9 millones de hondureños sufren de inseguridad alimentaria, ya sea de manera moderada o severa, mientras que 1,5 millones están desnutridos.
Con información de El Nacional de Venezuela.