El segundo encuentro de la esperada final entre Cardenales de Lara y Tiburones de La Guaira tomó un giro tumultuoso en el octavo capítulo, marcado por un cuadrangular espectacular de Maikel García, seguido de gestos controvertidos que desencadenaron una intensa riña en el campo.
En la baja del octavo episodio, García conectó un cuadrangular impresionante, colocando a los Tiburones momentáneamente arriba 8-10. Sin embargo, lo que siguió generó un enfrentamiento entre ambos equipos. Los gestos de García, desde el bat flip hasta las expresiones dirigidas al dugout de los Cardenales, desencadenaron una serie de provocaciones que culminaron en un altercado en el terreno de juego.
La secuencia de gestos incluyó palabras dirigidas, miradas desafiantes y la señalización del reloj por parte de García al llegar al plato. Estos gestos no solo generaron respuestas airadas de los jugadores de Lara, sino que también desencadenaron un intercambio de palabras con el receptor Carlos Nárvaez.
La situación se descontroló cuando se vaciaron las bancas y la disputa se intensificó. A pesar de los intentos de separar a los jugadores, se evidenciaron fuertes encontronazos y golpes entre miembros de ambos equipos.