Los misterios de la mente: ¿Puede el cerebro crear realidades paralelas y viajar en el tiempo?
En una reveladora entrevista, conversamos con el psicólogo Antonio Vásquez sobre los enigmas de la mente humana y su conexión con fenómenos como los viajes en el tiempo y las realidades paralelas.
Vásquez, con amplia experiencia en psicología y un enfoque en parapsicología, compartió su visión sobre cómo ciertos eventos pueden generar sensaciones de desconexión temporal, creando nuevas versiones de la realidad en la mente del individuo.
Vásquez explicó que cuando una persona percibe la posibilidad de haber viajado en el tiempo, su mente podría estar respondiendo a traumas o episodios importantes de su vida. Según el experto, el cerebro, en su capacidad de construir emociones y pensamientos, puede distorsionar la percepción del espacio-tiempo. Aquí entran en juego la memoria episódica, que almacena recuerdos de experiencias personales, y la memoria semántica, que guarda información sobre los eventos que nos han marcado a lo largo de los años.
El psicólogo también abordó cómo las personas suelen tener dificultades para procesar eventos desconocidos o paranormales, que a menudo quedan guardados en las profundidades del subconsciente. La parapsicología, explicó, observa estos fenómenos desde una perspectiva única, analizando cómo la mente puede desencadenar respuestas fuera de lo común, incluso en forma de ansiedad, ante experiencias excepcionales que desafían los patrones de comportamiento habituales.
Al hablar de las necesidades humanas, Vásquez hizo referencia a la Pirámide de Maslow, recordando que todos tenemos deseos básicos como comer, soñar o jugar, pero que ciertas veces experiencias pueden alterar la forma en que las procesamos. Antonio señaló, que los eventos traumáticos o inusuales, aunque son difíciles, dejan siempre un aprendizaje, y la manera en que cada persona reacciona ante ellos varía ampliamente.
Para ilustrar estos conceptos, el psicólogo mencionó la película “Pídele al tiempo que vuelva”, protagonizada por Christopher Reeve, como un claro ejemplo de cómo las obsesiones por el pasado pueden crear realidades paralelas en la mente.
Al igual que en la película, Vásquez argumenta que nuestras emociones y deseos tienen el poder de alterar nuestra percepción del tiempo junto a la realidad, creando mundos paralelos en los que el pasado y el presente se entrelazan.