El 30 de diciembre de 1924, Edwin Hubble anunció la existencia de galaxias más allá de la Vía Láctea, transformando para siempre nuestra comprensión del cosmos. A un siglo de este hallazgo, celebramos uno de los hitos más importantes en la historia de la ciencia.
El 30 de diciembre de 1924 marcó un antes y un después en la astronomía. En esta fecha, el astrónomo estadounidense Edwin Hubble presentó pruebas concluyentes de que la Vía Láctea no era la única galaxia en el universo. Mediante observaciones del telescopio del Monte Wilson, Hubble demostró que la nebulosa de Andrómeda no formaba parte de nuestra galaxia, sino que era una galaxia independiente, situada a millones de años luz de distancia.
Este descubrimiento revolucionó la ciencia, al ampliar exponencialmente la escala del universo conocido y abrir nuevas líneas de investigación en cosmología y astrofísica. Hubble no solo confirmó la existencia de otras galaxias, sino que sentó las bases para futuras teorías sobre la expansión del universo.
A lo largo de las últimas décadas, este hito ha inspirado a generaciones de científicos y astrónomos, impulsando misiones espaciales y la construcción de telescopios cada vez más potentes, como el Telescopio Espacial Hubble, que lleva su nombre en honor a su legado.
Al cumplirse 100 años de este descubrimiento, recordamos la importancia de continuar explorando el universo y de mantener viva la curiosidad que llevó a Hubble a mirar más allá de las estrellas conocidas. Su legado perdura y sigue siendo un pilar fundamental de la astronomía moderna.